DESDE MI TRINCHERA
POR ADOLFO LEÓN OLIVEROS
TASCON
MATANZA
EN PARÍS
A raíz de los hechos
sucedidos recientemente en la capital de Francia, donde fueron asesinados doce
periodistas de la revista Charlie Hebdo, por extremistas islámicos, vale la
pena reflexionar sobre la famosa libertad de prensa y hasta donde llegan sus
alcances. Sin dejar de condenar el
terrorismo que no respeta fronteras ni los derechos fundamentales de las
personas, frente a lo cual hay que proceder con firmeza, buscando capturar y
poner a disposición de la justicia tanto a los autores materiales como
intelectuales, es necesario mirar la otra cara de la moneda, para llegar a las
causas de los atroces crímenes que se cometen en nombre de un Dios o de otro.
El primero en poner el dedo
en la llaga fue el Papa Francisco, quien en su gira por Sri Lanka expreso: ““No se puede provocar”, dijo el Papa,
“no se puede insultar la fe de los demás. No puede uno burlarse de la fe. No se
puede”. Según Francisco, la libertad de expresión “tiene un límite”. Estas
frases del sumo pontífice no pretenden justificar el atentado criminal contra
los periodistas Franceses, lo que está diciendo es que los seres humanos tienen
derecho a escoger y practicar la religión que quieran, sin que por ello puedan
ser objeto de discriminación o burlas.
No se puede desconocer que la intolerancia es una de las causas que más
genera violencia en el mundo. Por algo nuestra constitución consagra la
libertad de cultos como un derecho fundamental.
CESE AL FUEGO BILATERAL
En el mes de diciembre de 2014 la guerrilla de la FARC declaró un cese unilateral
del fuego que hasta la fecha se ha venido cumpliendo, según datos de las mismas
fuerzas armadas. En respuesta a esa decisión, el Gobierno Nacional, previa
reunión con los asesores Nacionales y extranjeros, plantea un cese bilateral de
las hostilidades, lo que a mi juicio refleja la realidad de lo que acontece en
la Habana.
Para llegar a este punto se creó una comisión encabezada por el general Javier Flórez, por
el lado del Gobierno; y los señores Pastor Alape, Carlos Antonio Lozada y Pablo
Catatumbo, por la Farc, personas que conocen a profundidad el tema de la
ubicación de los frentes subversivos, ubicación de minas antipersonales y
capacidad militar, lo que permite verificar el cumplimiento de un acuerdo que
se logre alcanzar entre las partes.
Es plausible la idea del Presidente Santos de conectar lo que sucede en
la mesa de dialogo en Cuba con lo que
acontece en el territorio patrio, pues es sabido que episodios como el del
General Álzate, pueden afectar seriamente el camino de la paz, sin negar que
existen enemigos agazapados del proceso de paz que son capaces de inventarse
cualquier cosa con tal de acabar con la expectativa de millones de Colombianos
que anhelamos acabar con este conflicto fratricida.
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